Europa se enfrenta actualmente a una situación meteorológica contrastada. Mientras que las regiones nórdicas están siendo barridas por un frío ártico, Europa Occidental está siendo azotada por tormentas y lluvias torrenciales. Estas condiciones meteorológicas extremas ponen de relieve las importantes repercusiones del cambio climático y cómo este fenómeno está intensificando los fenómenos meteorológicos.
El Ártico se congela en el Norte
Algunas zonas del norte de Europa, sobre todo Escandinavia, están sufriendo temperaturas bajo cero que alteran la vida normal y provocan el caos en las carreteras.
Frío récord en Suecia y Finlandia
En el norte de Suecia, la comunidad de Kvikkjokk-Årrenjarka experimentó la temperatura más baja desde que comenzaron los registros en 1887, con el mercurio bajando hasta unos escalofriantes -43,6 grados Celsius (-46,4 Fahrenheit). El frío extremo ha provocado graves trastornos en las carreteras, con acumulaciones de nieve que atrapan a la gente en sus vehículos.
Mientras tanto, Enontekio, municipio del extremo noroeste de Finlandia, registró una temperatura de -42,4 grados Celsius (-44,3 Fahrenheit), la más baja del país en los últimos 18 años. El intenso frío provocó un trágico incidente: una mujer murió tras esquiar en medio de la ventisca y su hijo desapareció.
Impacto en las infraestructuras y el hielo marino
El frío extremo ha tenido importantes repercusiones en las infraestructuras, con el cierre de muchas escuelas y la interrupción de los servicios de transporte. La ola de frío también ha provocado un fenómeno inusual en la bahía de Bothnian, entre Suecia y Finlandia. La bahía se ha congelado antes de lo previsto, lo que supone la aparición más temprana de este fenómeno desde 2011. Los investigadores prevén una buena situación del hielo en el mar Báltico este invierno, probablemente la mejor en muchos años.
Se espera que las bajas temperaturas se prolonguen durante el fin de semana, antes de volver a la media la próxima semana.
Lluvias torrenciales e inundaciones en el Oeste
Mientras las regiones nórdicas tiemblan de frío extremo, algunas partes de Europa Occidental luchan contra tormentas, lluvias torrenciales y las consiguientes inundaciones.
Tormenta La ira de Henk en el Reino Unido
En el Reino Unido, las regiones meridionales fueron azotadas por la tormenta Henk, que provocó cortes de electricidad, problemas de transporte y trastornos generalizados. La tormenta se cobró al menos una vida: un hombre murió al caerle un árbol encima de su coche en Gloucestershire, al suroeste de Inglaterra.
Las secuelas de la tormenta fueron igualmente difíciles. Se emitieron cientos de alertas por inundaciones en todo el país. En Londres, un barco de fiesta se hundió en el río Támesis debido a las adversas condiciones meteorológicas. En Nottinghamshire, se declaró un incidente grave debido a la subida del nivel del río Trent.
Inundaciones en Francia y Alemania
Las inundaciones afectaron gravemente al norte de Francia, en particular al departamento de Pas-de-Calais. La región fue declarada en "alerta roja" por inundaciones, cientos de personas fueron evacuadas y muchas se quedaron sin electricidad.
También Alemania, y en particular el estado noroccidental de Baja Sajonia, sufre inundaciones persistentes. El Canciller Olaf Scholz visitó la zona inundada en el estado oriental de Sajonia-Anhalt, y las fuerzas armadas del país están distribuyendo sacos de arena para ayudar a gestionar la situación.
La causa subyacente: El cambio climático
Estos fenómenos meteorológicos extremos pueden atribuirse al cambio climático, que está provocando que tales fenómenos sean cada vez más frecuentes e intensos. La quema de combustibles fósiles es la principal causa del cambio climático, que provoca el calentamiento de la atmósfera terrestre. A medida que la atmósfera se calienta, puede retener más vapor de agua, lo que significa que cuando llueve, las precipitaciones son mucho más intensas, aumentando la probabilidad de inundaciones destructivas.
El año pasado fue el más caluroso jamás registrado a escala mundial, lo que subraya aún más la urgente necesidad de hacer frente al cambio climático.
Los contrastes meteorológicos en Europa nos recuerdan crudamente los efectos del cambio climático. Mientras los habitantes de las regiones nórdicas se preparan para el frío ártico, otros en Europa Occidental se enfrentan a tormentas e inundaciones. A medida que avanzamos, es imperativo tomar medidas considerables para mitigar los efectos del cambio climático.